¿Qué es y para qué sirve la tasa de rebote?

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Al posicionar cualquier tipo de proyecto web, es de vital importancia analizar toda la serie de criterios asociados al mismo. Uno de los más relevantes es el conocido como “tasa de rebote”. Se trata de un indicador que podemos encontrar en algunas herramientas como en Google Analytics y que nos ayudará a poder saber si nuestra página es o no útil.

Existen toda una gran cantidad de errores de posicionamiento en relación a la tasa de rebote y es que, si no la cuidamos, por mucho tiempo que invirtamos en nuestro negocio, no nos vamos a acercar a los resultados que necesitamos.

¿A qué nos referimos con el criterio tasa de rebote?

Tienes que entender lo como el porcentaje entre los visitantes que entran y que se marchan en función del tiempo. Por ejemplo, un determinado usuario entrase un momento dado nuestra página y tan sólo está 20 segundos, es muy posiblemente que la información que estemos ofreciendo, o bien sea confusa, o bien no sea lo que has estado buscando. Si otra página que compite con nosotros consigue mantener a ese usuario durante tres minutos en la página, por lo general, se considerará una buena señal.

La idea es poder reducir nuestra tasa de rebote porque cuanta más alta sea, peor resultados tenemos.

Una alta tasa de rebote nos puede perjudicar de dos maneras:

Hemos colocado un sistema de publicidad en el blog y, lógicamente, necesitamos que el usuario sea capaz de poder interactuar con ella. Sin embargo, si tan sólo pasa 20 segundos, muy difícilmente lo podrá hacer (incrementando el valor de la tasa de rebote). Estamos ante un tipo de usuarios que no nos interesa que entren a nuestra web.

Por otra parte, si Google detecta que la tasa de rebote es demasiado alta, pensará que la información que ofrecemos es inexacta o directamente que no relevante. Por lo tanto, dará mucha más prioridad a aquellas webs de la competencia cuya tasa de rebote sea más baja.

¿Cómo se calcula la tasa de rebote?

El propio algoritmo de Google Analytics se basa en dividir el número de visitantes que tan sólo han visto una página, entre los visitantes totales que han estado en nuestro proyecto web; todo ello en función de 1 U de tiempo. Como siempre el número de los visitantes va ser mayor, nos encontraremos un número que oscila entre el 0-1.
Básicamente te tienes que quedar con el hecho de que cuanta más alta sea la tasa de rebote, peores resultados vamos a conseguir.

¿Cómo podemos reducir la tasa de rebote

La idea es encontrar una manera para poder atraer a nuestros usuarios y conseguir que se queden en la página. Imagina que es como si tuviéramos un establecimiento físico y nos estuviéramos encargando de darle forma al escaparate para conseguir incrementar las ventas.

Intentaremos que la página sea lo más fluida posible: reduciremos el tiempo de carga y eliminaremos toda aquella publicidad inclusiva que hará que el usuario se vaya de inmediato. Además, el diseño debería de ser lo más fluido posible.

Deberíamos elegir un título para blog de mucha calidad, añadir videos o diferentes contenidos gráficos, redactar textos de larga extensión, colocar enlaces internos y enlaces externos, así como cuidar toda la interacción que tengamos en las redes sociales.

Toda esta combinación conseguirá finalmente reducir la tasa de rebote y ayudarnos a conseguir los mejores resultados.

Para saber si nuestra estrategia de reducción de la tasa de rebote funciona de la forma adecuada, utilizaremos herramientas como Google Analitycs analizando cualquier tipo de variación en los valores.